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Eclesiología
Algunos aspectos de la Revelación de Dios
Para los cristianos evangélicos la única fuente fiable de la Revelación de Dios es la Biblia, con sus 39 libros del Antiguo Testamente y sus 27 del Nuevo. Creo que no existe contradicción alguna entre ambas partes de la Escritura. En el Antiguo testamento Dios habla a los seres humanos por el Verbo y en el Nuevo Testamento, también. Ambos testamentos no se contradicen, sino que se complementan.
En esta serie de 28 estudios, que presentamos, se abordan aspectos muy diversos de la realidad ontológica, ontogénica, soteriológica y salvífica. Por otro lado, muchas de estas realidades reveladas vienen a confirmar lo que los descubrimientos científicos han venido desvelando en el devenir histórico de los seres humanos.
En el Evangelio de Juan se tratan, magistralmente, los temas relacionados con la Verdad, la Libertad y la Resurrección. También se revela la identidad de Jesús de Nazaret, como el Mesías. Así mismo en este mismo Evangelio se pone de manifiesto la relación trascendente y trascendental de Jesús con sus discípulos. En el Evangelio de Mateo se presenta la capacidad Taumatúrgica del carpintero de Nazaret, así como la irrelevancia dubitativa de los hombres (varones o mujeres) ante su persona y ante su mensaje: “el que no es conmigo, contra mí y el que conmigo no recoge, desparrama”. En el evangelio de Lucas se tratan problemas ontológicos de la mayor trascendencia; tales como la Encarnación del Hijo de Dios, la dimensión escatológica de la Transfiguración de Jesús y la salvación por la fe. También en Lucas se trata el concepto ético de pecado y su trascendencia física y metafísica. El evangelio de Lucas nos revela el método científico-histórico que Lucas utilizo para escribir uno de los libros mas bellos de la literatura Universal. En los estudios de los libros del Antiguo Testamento, nos encontramos con obras que no han sido superadas ni en el campo científico, ni en el filosófico. El libro de Job constituye un tratado que analiza nada más y nada menos que de la Ontogénesis del Bien y del Mal. Cuestión que hasta el dia de hoy no ha podido ser clarificada por algunos de los más egregios pensadores de la Humanidad. Nosotros con toda la humildad exponemos nuestro criterio, que en parte vendría a coincidir con el expuesto por el gran psicoanalista C.G. Jung en su libro “Respuesta a Job”. En el capítulo 28 del libro de Ezequiel se aborda la ontogénesis del Pecado y del ser donde éste se engendró. De aquí parten todas las explicaciones que nos explicitan la desestructuración del Antropos y nos iluminan sobre la realidad tanática de los seres vivos. En los libros de los Salmos, tenemos aseveraciones sobre cuestiones cósmicas, ecológicas y sobre el ateísmo.