RESEÑA A COLOSENSES:

Los estudios que presentamos analizan aspectos fundamentales de la REVELACIÓN DE DIOS. Se ha realizado un estudio riguroso desde el punto de vista exegético y hermeneútico sobre CRISTOLOGÍA, teniendo en cuenta la realidad trascendente de la IGLESIA y del COSMOS. En esta epístola a los Colosenses se intenta asomarnos y si fuera posible adentrarnos un poco en las profundidades de la misma INTERIORIDAD de DIOS. Desde mi punto de vista, creo que existe cierta similitud entre la teología del Apóstol Pablo y el enfoque teológico-filosófico del científico y teólogo, francés, CHARLES DE CHARDIN. Ambos autores desarrollan el concepto del Cristo Cósmico. Cristo como alfa y omega, como el primero y el último. El Hijo de Dios es el creador de todas las REALIDADES, el REDENTOR y RESTAUDADOR de toda la desestructuración amártica a nivel antropológico y cósmico. CRISTO es el SER en el que se ha dado la MATERIALIZACIÓN del VERBO, o si preferimos la materialización del ESPÍRITU, con la finalidad escatológica de que un día se produzca la DIVINIZACIÓN de la MATERIA. En el devenir de la HISTORIA de LA SALVACIÓN se llegará a esta realidad que el apóstol de los gentiles dejó plasmada en el capítulo 15 de su primera carta a los Corintios: “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, par que DIOS sea TODO en TODOS”. 

RESEÑA A ROMANOS:

El capítulo primero de la carta a los Romanos trata de como DIOS se ha revelado de dos formas diferentes, pero complementarias: en Romanos 1:18-20, encontramos estas dos dimensiones de la REVELACIÓN DE DIOS: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen (el griego: reprimen) con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. En lo más profundo de la esfera de la intimidad del hombre (ser humano) existe una imagen de Dios reprimida. El gran psiquiatra y psicoanalista judío, maltratados en los campos de concentración nazis, escribió un pequeño libro que es por otro lado una de las obras más interesantes, que se pueden consultar, sobre la relación que se da entre el Creador y la criatura a nivel inconsciente. La obra de titula “LA PRESENCIA IGNORADA DE DIOS”. En esta obra se sostiene, y yo estoy totalmente conforme con esta aseveración, que todos los seres humanos llevan una imagen de Dios reprimida en los estratos más profundos de su corazón. Este pensamiento lo encontramos en el Antiguo Testamento (Salmo 139:23-24; Eclesiastés 3:11; Jeremías 17: 9-10) y en el Nuevo Testamento en el libro de los Hechos de los apóstoles, en el discurso de Pablo en el Aerópago de Atenas, cuando afirma: “Y de una sangre (gr-de uno) ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra, y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque no está lejos de cada uno de nosotros, porque en El VIVIMOS, NOS MOVEMOS Y SOMOS (Hechos 17: 26-28). En esta serie de estudios se trata el tema de la Justificación por la Fe, y se amplían las relaciones salvíficas y soteriológicas ente ADAN y CRISTO; también se analiza la relación entre La Ley y el Evangelio. Finalmente se estudia el entrañable tema de la desestructuración antropológica y cósmica por la entrada del pecado en el Mundo y LA MANIFESTACIÓN GLORIOSA DE LOS HIJOS DE DIOS: LA PNEUMATIZACIÓN DE LA MATERIA.