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Estudios Bíblicos
La dimensión escatológica de la salvación
La epístola a los Romanos constituye con la denominada a los Efesios, los dos documentos más importantes del Nuevo Testamento. No existe duda alguna que la autoría, de las mismas, se debe al apóstol Pablo. La carta a los Romanos fue escrita sobre el año 58 del primer siglo. Se podría resumir todo su contenido diciendo que constituye el Comentario más completo y exhaustivo del libro del profeta Habacuc, y concretamente del texto: «mas el justo por su fe vivirá «. En esta breve introducción nos referiremos, exclusivamente, a los contenidos de los capítulos 7 a 11. En ellos se trata de la ESCATOLOGÍA DE LA SALVACIÓN.
LA SALVACIÓN no es una realidad estática, sino dinámica. En palabras del apóstol Pablo a los Filipenses la SALVACIÓN necesita un desarrollo: «ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor» (literalmente trabajad y desarrollad vuestra salvación). En el decurso exegético y hermenéutico a lo largo de dos mil años, y sobre todo a partir de la reforma protestante del siglo XVI, se ha hecho tanto énfasis en la salvación por la FE, que se ha olvidado la función de la LEY en la experiencia salvífica. El capítulo siete pone de manifiesto que por el cumplimiento de la ley nadie se puede justificar delante de Dios, pero que la ley es esencial para que los seres humanos tomemos conciencia de que somos pecadores y que necesitamos la Gracia de Dios para nuestra justificación y salvación. La ley no salva, pero tiene una función salvífica, para llevarnos a Cristo a fin de que seamos justificados por la fe. La ley no es una realidad soteriológica obsoleta, sino mas bien un medio que Dios introdujo a favor de nuestra salvación y redención. Rom 7:12-25 constituye el mejor tratado sobre la tectónica o estratificación de nuestra personalidad que jamás se haya escrito, y contiene en esos textos toda la doctrina fundamental del psicoanálisis (la escuela científica que mas ha aportado al conocimiento de la esfera de la intimidad del ser humano) fundado por Sigmund Freud y sus discípulos.
El capítulo ocho nos habla de la dimensión cósmica de la salvación y entra a analizar temas tan importantes como la elección y la predestinación en Cristo Jesús, para los creyentes, antes de la fundación del mundo: pasado, presente y futuro de la historia de la salvación o de la economía divina para realizar esa historia.
Los capítulos 9 y 11 siguen insistiendo en todos los aspectos hasta aquí mencionados y ocupándose del devenir inmanente y trascendente de la Iglesia, los gentiles y el pueblo de Israel.